Usar servicios de ginecología como persona no binaria

ginecología, persona no binaria, lgbt
Es responsabilidad de todes cuidar de nuestros cuerpos y creo que uno muy importante para quienes tenemos vulva es la de ir al ginecologx puesto que en ocasiones ciertas áreas de nuestra persona las dejamos desatendidas.

Relato íntimo en la ginecóloga

Bueno, el día de hoy quiero hacer un escrito personal y vulnerable que para nada tiene la intención de meterles miedo o rechazo a la idea de ir al médico, piénsenlo como “una experiencia donde me dolió mucho una inyección, pero no por eso voy a saltarme mis vacunas”; dicho lo anterior quiero hablar sobre mis vivencias.

Desde que cumplir 17 años comencé a ir al ginecólogo, mi doctora es una mujer muy buena y carismática, realmente te brinda una gran atención y te hace sentir segura. Sólo que como en todo, en ocasiones encontramos ciertas áreas de oportunidad, aun así puedo decir que es una aliada de la comunidad LGBTQIA+ innata, mas de una vez ha escuchado mis historias de amor y pasión tanto fallidas como exitosas y me da sus recomendaciones médicas dependiendo de cómo este mi vida sexual en ese momento.

Lamentablemente en ocasiones no me ha podido atender ella y es su colega quien toma el mando, esas veces no han sido para nada de mi agrado puesto que las “clásicas miradas” al hablar sobre mi vida sexual aparecen, me pregunto por qué deben surgir cuando no hablas del sexo heterosexual normativo en consulta.

Ir al doctor es ya de por si una experiencia que nos vulnera y cuando hablamos de ir al ginecologx aún más, por eso debemos recordar que le profesional que nos de seguimiento debe realmente brindarnos confianza. Dicho lo anterior puedo decir que mi ginecóloga me conoce de una forma muy intima y sabe cosas que quizá aun me duelen, por ejemplo, lo siguiente:

Cuando yo tenia 19 años tuve una pareja que quise y ame mucho, era una persona que a mis ojos era sumamente amable, hoy sin amor que me nuble puedo darme cuenta de las áreas de oportunidad que tuvimos y una que claramente que tuvimos fue que elle expresaba que no podía conseguir erecciones con condón, varias veces lo hicimos sin protección y tendía a recurrir a las clásicas pastillas “Post Day” (queridxs si están viviendo algo similar y toman esas cosas como si fueran *tictacs* por favor paren, están lastimando su cuerpo además de que la efectividad eventualmente bajara, vayan con unx profesional de la salud para obtener la guía adecuada).

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Claramente tanta carga hormonal termino por afectar mi cuerpo siendo la subida de peso el menor de mis problemas, cuando sentí que ya no podía seguir así mi ginecóloga fue la que sugirió que comenzara con las pastillas de diario, las cuales en sus inicios estaban bien pero a medida que el tiempo pasaba yo solía experimentar mas migrañas e incluso cuadros de ansiedad, aun así la relación que yo tenia no daba cabida para expresar un “me siento mal”, en especial porque sentía que yo debía cargar con el rol de “yo resuelvo».

Eventualmente esta pareja “me regalo el DIU” para poder tener encuentros sexuales sin condón, existen quienes no sienten nada, en mi caso me dolió hasta el alma, caminar era insoportable y al día siguiente de la puesta viví una hemorragia que incluso causo que me regresaran de la universidad. No sé si mi cuerpo es hiper sensible o qué sucede, pero me tardé varios días en dejar de sentir dolor y un par de meses en dejar de percibir el DIU. Yo me coloque el DIU hormonal que tiene una vida de 3 años aproximadamente, 3 años donde mi vida cambió mucho y si gustan de saber lo use a lo mucho 4 veces.

Después de la puesta del DIU en otras ocasiones fui a la ginecóloga para recibir chequeos e incluso procedimientos como el Papanicolau, desde la puesta de este método anticonceptivo hormonal en adelante mi identidad de género también fue adaptándose a mí, recuerdo que le contaba todo a mi ginecóloga y ella me respondía con más preguntas como si fuera un descubrimiento que ambxs estuviéramos formando, aun así no era mi psicóloga y no era como si pudiera verla siempre, abonándole a que la vida en ocasiones avanza muy rápido, por un buen rato dejé de verla.

¿Saben?, yo no sabía el dolor emocional que ponerme el DIU representó, (dejando de lado el físico que por supuesto me tumbo por días) pues descubrí que me aterraba que me lo quitaran pues hace ya más de un año esa pareja que me “patrocino el DIU para no usar condón” regresó a mi vida pero de una forma poco grata, la cual me costó mucho de mi salud mental, toque el miedo de sentirme seguidx y el desespero de creer que nadie me iba a escuchar (buenamente no fue así y dicho suceso tuvo sus tintes de luz). Todo lo sexual se volvió abrumador y el DIU “metafóricamente hablando” volvió a lastimarme, la idea de compartirme con alguien (incluso con mi actual pareja) era invasiva, así pasaron los meses y después un año…siendo el momento de confrontar la responsabilidad de volver a ir a la ginecóloga.

Cuando volví con mi ginecóloga se veía sorprendida de “lo distintx que me veía” en comparación a mi ultima consulta con ella (la cual fue en el 2019) y ahí fue que pudo explicarme por qué mi periodo había estado teniendo tantas irregularidades, pues tuve que haberme retirado el DIU en el 2022 y apenas en 2024 volvía al consultorio.

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Estoy en un punto de mi vida donde evito incluso roces eroticos pues me da un tipo de “ansiedad fría”, así que el día donde me quitaron el DIU, bueno sólo diré que agradezco que mi madre fuera conmigo, llore muchísimo, me dolía incluso antes de introducir cualquier cosa, sude frio y sentí como mis manos se me estaban durmiendo…jaja, así es, me dio un ataque de ansiedad esa pequeña extracción.

Cuando mi ginecóloga terminó me dolía, pero no fue como cuando me colocó el DIU, era un dolor de “algo faltante”, me pregunto cómo me habrá visto pues incluso me cuestiono sobre un posible abuso sexual, quizá cuando te lastiman psicológicamente no es necesario que te pongan un dedo encima para que te duela tu cuerpecito.

Esa mañana lloré mucho con mi ginecóloga y le conté de mi nula vida sexual debido al dolor que supone intentarlo, ella me explicó que biológicamente hablando todo se ve dentro de lo normativo pero que comprende que existen aspectos que solo une psicólogx puede trabajar.

Ahora que finalmente ya no tengo el DIU siento que mi cuerpo esta más tranquilo, mi ginecóloga volvió a estar en contacto conmigo y ya tengo mi cita para mi próxima consulta, sigo sanando y creo que soy muy afortunadx por tener a una doctora tan buena y paciente como ella, es quien me ha visto evolucionar y me escucha sin juzgarme.

El personal de salud debería tener esa calidez humana con todes sus pacientes pues existimos quienes en ocasiones cargamos vivencias intimas que nos duelen y necesitamos espacios seguros donde nos puedan cuidar, sanar e incluso educar.

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