Pero no siempre usamos esta conversación para visualizar los distintos niveles de privilegio y opresión que podemos llegar a tener y que incluso si no tenemos cuidado podemos repetir estas mismas prácticas discriminatorias dentro de la comunidad, con base en esto la teoría de la Interseccionalidad nos plantea las diversas formas en las que una persona puede ser discriminada dependiendo del conjunto de identidades del cual forme parte.
Antes que nada comencemos explicando ¿Qué es la Interseccionalidad? Este término fue creado por Kimberlé Crenshaw, quien es una académica feminista estadounidense que se dedica a la investigación temáticas de raza y genérico, y quien planteó la teoría de interseccionalidad para explorar los sistemas de presiòn que ha existido a partir de la estructura social en donde se reprime a ciertos sectores dependiendo de las identidades que conforman a una persona y que influyen sobre el acceso que esta misma pueda tener en sus derechos y oportunidades.
Principalmente se comenzó a usar este término en espacios de estudio feministas, pero la discusión de la interseccionalidad en la comunidad LGBT está hoy en día más vigente que nunca al reconocer que no todes tenemos las mismas oportunidades y derechos a pesar de pertenecer a un mismo sector de opresión. Algunas categoría como nuestro género, clase social o raza, crean que una construcción social que les otorga a algunos seres humanos el privilegio de ser apreciados y tratados de una manera superior. De esta forma a pesar de que en lo LGBT+ todxs buscamos equidad, no siempre encontraremos que esta misma ejerza de igual forma para lxs pertenecientes a la comunidad.
Basándonos en la premisa del privilegio y la opresión, encontramos que dentro de la escala de la interseccionalidad en lo más alto se encontraría un hombre blanco, heterosexual, de clase alta, con educación, atractivo, etc. Y de ahí empezaría a desglosarse y a clasificarse dependiendo de las características que conforman a una persona. Con base en esto podemos encontrar que las personas de la comunidad LGBT+ que se encuentran en la posición más alta sería aquellos hombres blancos, gays, clase alta, atractivos, masculinos y demás. Siendo esta la razón por la cual los hombres homosexuales son los más representados y visibilizados en la sociedad y en los medios ya que se ve como lo más «correcto» dentro de la escala de división.
Los medios de comunicación nos muestran que los hombres homosexuales no son tan «incorrectos» siempre y cuando parezcan heterosexuales y cumplan con la premisa patriarcal que los posiciona en cierto nivel de privilegio, pero cuando el hombre homosexual se muestra afeminado o se sale de los estereotipos de belleza es cuando comienza a romperse la tolerancia que le tienen y a verse como algo anormal. En este caso el problema radica en el posicionamiento que se le da la feminidad al verse como algo inferior y que además esconde detrás a la misoginia que sigue existiendo en la sociedad, misma que ha llevado a la violencia que hoy en día se ejerce contra la mujer. A partir de esto podemos ver cómo es que ejercer este sistema de opresión está tan interiorizado en nosotros que una persona perteneciente a la comunidad LGBT+ no se exime de poder ser racista, clasista, misógino, etc. Y que además debemos recordar que pertenecemos a un sector que buscamos derechos, tolerancia y diversidad, misma que en muchas ocasiones no los otorgamos incluso dentro de nuestros mismos espacios.
Hablando de las demás divisiones de interseccionalidad que impactan a la comunidad LGBT+ podemos mencionar la clase social, ya que es tan impresionante como es que en muchas ocasiones el dinero puede otorgar más derechos y oportunidades que nada. En esta ocasión lo podemos ejemplificar de la siguiente manera, dos mujeres Trans se encuentran oprimidas por identificarse con algo diferente a lo que se les impuso de nacimiento, pero si introducimos la variante de que alguna de ellas pertenezca a una clase social alta y la otra persona a una clase social baja, podemos observar cómo es que quien se encuentra en una posición de privilegio por su situaciòn económica es aquella que pertenezca a una clase social alta, y que a pesar de pertenecer al mismo sector oprimido de una persona Trans se verá más privilegiada y gozará de más derechos y oportunidades que aquella que se encuentra rezagada económicamente y que posiblemente sufrirá de un mayor nivel de discriminación en su entorno.
Ahora bien pasando a la división de lo «atractivo» es otro tema el cual se ha abierto debate en la opinión pública al buscar representar la diversidad de cuerpos, y es que hoy en día si alguien no cumple con los estándares de belleza comienza a verse oprimido por su físico, situación que no se ha salvado de presentarse en los espacios LGBT+ ya que seguimos enalteciendo a la belleza física y sus estereotipos al creer que una persona es más válida que otra si es físicamente atractiva, encontrándonos con discursos de odio dentro de una comunidad diversa interna y externamente.
Otra de las premisas que plantea esta teoría es de cómo afecta nuestro color de piel y las oportunidades que esta nos puede brindar o también quitar. Principalmente las autoras del blackfeminism en Estados Unidos fueron quienes comenzaron a estudiar bajo la teoría de la interseccionalidad como es que a pesar de que el color de piel es una razón de discriminación no siempre se ejercía de igual forma ya que intervenían otros factores como lo podría ser el género o la clase social, siendo en este caso las mujeres negras de clase social baja a quienes las colocaban en la última posición del espectro social por su género, clase y color de piel. De igual forma en los espacios LGBT+ podemos ver cómo es que el color de piel en muchas ocasiones puede ser una razón de rechazo o de hacer inválido a alguien, un claro ejemplo en nuestro país es la poca representatividad que se tiene de las personas LGBT+ pertenecientes a etnias indígenas, y es que parece ser que a pesar de que México es un país de gente tan diversa, seguimos replicando los discursos de superioridad hacia las clases altas, tonos de piel claros, personas cis género, etc. Y no solo nuestras cualidades físicas interfieren, también aquellas capacidades o discapacidades pueden verse en esta división de la teoría interseccional siendo las personas en situación de discapacidad quienes en los espacios LGBT+ son muy poco representadas y visibles debido al sector de opresión al que se les clasifica.
Y de esta forma se podría analizar persona por persona e identificar si tiene características que lo hagan pertenecer a un grupo oprimido o de privilegio, pero además de analizar y abrir el debate sobre esto es importante reconocer la posición en la que nos encontramos nosotros y aprender a deconstruirnos para no seguir reproduciendo estos discursos, mucho menos dentro de los espacios LGBT+ ya que estamos en una constante lucha social con una amplia diversidad de personas en la cual todes buscamos los mismos objetivos.
Es importante saber que para poder lograr la igualdad LGBT+ dentro de la sociedad debemos dejar atrás aquellos conceptos que dentro de la misma comunidad utilizamos para discriminarnos dentro de un espacio que debe ser seguro para todes.
Una nota por Carlos Emiliano Sandoval Amesola.