Suena mi celular, lo tomo con la mano derecha y siento que está caliente porque se está cargando sobre la cama entre mi almohadón de peluche y contestó la llamada:
-Hola, nene ¿Cómo estás?
-Nene ¿Qué tal te fue? – pregunta Jerome.
-Bien… esto significa que no escuchaste mi audio¿verdad?
-Más bien podcast, no mames, Ricky… ¡Eran diez minutos de audio! Mejor cuéntame por acá…
-Pues es que ya han pasado, casi tres semanas desde la última vez. Tres maravillosas semanas.
-Si perra, pero han sido tres semanas dónde no nos hemos visto- me reclamó.
-Estoy seguro de que si te hubiera pasado a ti, lo hubieras aplicado igual…
-Bueno… eso depende ¿Te tienen Sexcuestrado?
Me recuesto en mi cama y comienzo a contarle la historia de mi romance con “el chico con el que choque” a mi amigo:
– Uff… si, y sabes qué… Marco es un sueño- inicio y termino con un suspiro.
– Pues… amo que sea tan “touchy”. Es supercariñoso, tan risueño, amable y gentil. Nunca había salido con alguien así. Te juro que hasta creí que era más bien algo que se inventaban para las novelas y las películas. Que era pura fantasía.
Me hace sentir tranquilidad, felicidad y paz, pero… a la vez me hace sentir cómo mi corazón va a cien kilómetros por hora, quiero correr, brincar, volar y hacer de todo, con él.
O sea… no es que me complemente, que sin él me moría, no jamás… pero, quiero que él esté en mi vida y yo en la suya.
La manera en la que me acaricia, como me toma con su mano, cuando me besa. O sea… no es magnífica, porque lo hace con un poco de torpeza y a veces, con un poco de fuerza. Pero… Me gusta. Es la primera vez que siento que una imperfección me gusta. Y… me encanta, porque… Te lo juro, hace un esfuerzo por hacerlo bien, bueno, como a mí me gusta. De hecho, cuándo me pregunta <<¿Te gusta así?>> … Me hace derretir y es ahí cuándo le demuestro cómo hacer
Me encanta también porque su piel sabe que pertenece a mí. Su cuerpo me obedece y conoce cómo reaccionar a cada una de mis caricias. Ver como se estremece de placer; ver como se eriza su piel, sus vellos… Me encanta.
Tengo esa sensación cálida en mí cuando me toca ¿Sabes cómo? Un calor especial emana de mi cuerpo, desde el interior de mi pecho y de mi sexo cuando estoy con él. Cuando nos acercamos siento que su piel comparte la misma calidez que la mía. Dos magnetos que se atraen para formar una carga más fuerte.
Me encanta cuando genera un cosquilleo, ya conoce cuáles son mis zonas sensibles.
Pero… sobre todo me encanta cuándo su libido se ha apoderado de él por completo y me dice: <<“Lo quieres tocar” o”Siéntelo”>>.
Ese suspiro, cuando pone los ojos en blanco, porque mi mano de íncubo lo está seduciendo… ¡Me enloquece!, por Dios, hasta sus gemidos.
-¿Cómo? ¿O sea… ya te lo diste? – Me interrumpe de golpe mi amigo, impidiendo que me pierda en la fantasía sexual.
-Sí, una y otra y otra vez.- digo sin vergüenza.
-Eso mamona, hay nene… ¿Y luego?- pregunta con morbo mi amigo.
– Me hace vivir a flor de piel cada emoción y cada sensación. Con suavidad, con rudeza, ternura y fiereza… es tan perfecto. Explota todos mis sentidos y yo enloquezco los suyos… me lo dice su piel. En verdad… sabe que me pertenece a mí y yo a él. Suspiro y con mi aliento agotado de tanto hablar, doy un sorbo a mi copa de gin tonic que he estado balanceando de un lado a otro
-¡Lo tiene todo!- interrumpe mi amigo.
-Pues… sí- concluí mi reporte para mi amigo.
-Qué padre y que intenso… o sea, intensidad de la chida. Sabes… porque hay gente intensa, que incomoda. Que hasta da miedo- expresó mi amigo. -Es de lo que habíamos hablado ¿Te acuerdas? De ese chico ¿Cómo se llamaba? Bueno, da igual.
-Sí que es intenso e incómodo, pero… Cuando no te gusta, porque cuando si te gusta, se vuelve, atrevido y pasional y está cool.
-Eso, pasional- dijo Jerome.
-Jerome… creo que es él. O sea… el chavo que me dijo Brandon que iba a llegar, después de la lectura del tarot.
-Ay, nene- estás muy enamorado… ¿Cuándo lo voy a conocer?- pregunta Jerome.
-Pues… después del ensayo de mañana ¿Vamos a cenar juntos?. Solo… please, llega puntual.
-Ay perra, yo creo que la voy a aplicar como tú. Me voy a ir con quince minutos de anticipación, para ver si así ya me llega un galán.