Sentidos: Oído

Lo primero que escuché al entrar al teatro fue: «Ve a mover el culo, Ricky» y no me gustó. Ricky me pidió que pasara por él a su ensayo. Estaban preparando una versión en español de: «Broadway Inverse». Después del ensayo íbamos a ir a una pequeña reunión en dónde por fin Ricky me iba a presentar como su novio con sus amigos.

Empezó una cuenta regresiva desde tres y comenzó a sonar «Y todo el Jazz» del musical de Chicago y escuché que Ricky comenzaba a cantar.

Mientras camino por el pasillo, solo veo oscuridad, pero conforme avanzo en la penumbra veo que hay unas pequeñas luces de leds amarillas en el suelo. Que marcan la dirección que debo tomar para llegar a ver a mi Ricky en el escenario.

Escuchó de fondo la pista de la música y muchos pasos además de los míos y es extraño, no puedo evitar pensar: ¿Cuántas personas más debe haber aquí? Se escucha como un ejército.

Casi llegando al final del pasillo, mis guías me piden girar a la izquierda, donde veo que hay una serie de luces que parpadean y se intercala de rojo a amarillo. Al girar completamente tengo una revelación: mi Ricky está a la mitad del escenario, luce radiante con ese jogger negro y una playera negra de tirantes. Su figura preciosa es iluminada por un gran reflector rojo y al cambiar su tono a un amarillo naranjoso, veo que no está solo: está rodeado de seis tipos y está muy cerca de dos de esos cabrones.

Dos hombres apuestos, vestidos igual que Ricky, pero, ambos usan sombreros de bombín y uno de ellos lleva la camisa desabotonada, lo que deja ver su pecho velludo. El cual Ricky está tocando con mucha frecuencia y parece que lo disfruta, pues… Cuando hicimos el amor por primera vez, me confesó que lo más atractivo para él era un pecho velludo y también lo acariciaba justo como lo hacía con aquel joven, solo que… ahora está parado y su cara de éxtasis es bastante convincente parece que disfruta más de tocarlo a él, pues todas esas muecas y gestos, expresan que lo goza y lo goza bastante.

Esos patanes bailan sincronizados a cada lado de mi hombre -¿Quién verga se creen?-. Veo como se acercan y tocan a mi Ricky, hacen una especia de danza, se balancean en su lugar de izquierda a derecha. Van en perfecta sincronía, ni siquiera él y yo caminamos así.

Lo único que disimula mi molestia es escucharlo cantar y cielos ¡Que voz! Esa cara de ángel, ese cuerpo tan diabólico y sexual, Ricky es lo que enciende mi fuego interior, es el cosquilleo en mi entrepierna, así que trato de disfrutar del show y cuando escucho el verso:

«Ven bombón,
el baile nos llamó
las aspirinas ya
tu baby te compró
por si te sientes mal
te vas a desamayar
con todo el jazz»

Solo logro enojarme más. Ya que esos idiotas se han pasado de la raya, y eso no lo voy a tolerar. ¡¿Por qué chingados están tocando así a mi Ricky?! Esos muslos son míos, no deberían tocarlos así. ¿Por qué se repegan tanto a él? Ese pendejo le está restregando su erección. Sé que eso le gusta a Ricky, yo lo he hecho con él para prenderlo, y también le está apretando las nalgas.

Se desprende de los brazos de un cabrón y llega a otro bailar e intentar seducir a mi Ricky. Aunque es él quien va a girando a los brazos de todos esos hombres. Como un buscón cualquiera. Bailan, bueno… no sé si eso sea bailar, pues… sacudirse y menearse de forma «sexy» es lo que hacen en una irrespetuosa escena con mi novia, y después, desaparecen, saliendo hacia las bambalinas. Hasta que solo queda uno.

Ese joven que ha estado a su espalda todo el tiempo. Es alto, y muy musculoso, en comparación conmigo y de todos los que han estado en ese tan incómodo baile con mi hombre. De las personas que han estado ahí, después de Ricky es el más atractivo. Es un hombre barbón y pelirrojo, que es lo suficientemente atractivo para pasar desapercibido entre el mundo, pero ahí en el escenario era casi imperceptible, hasta su aparición triunfal con el reflector de Ricky.

Ese cabrón se aproxima con más rudeza y carga a Ricky por el aire con sus manos y lo sienta sobre su musculoso brazo mientras exhibe sus músculos. Baja a Ricky haciendo una especie de pirueta y lo deja frente a él, para que Ricky pueda hacer una especie de pose bastante vulgar, ya que se acuesta sobre el suelo y abre las piernas hacia el cielo, mientas el chico se agacha y toma a Ricky por la cintura y lo arrastra hasta su cuerpo, como si fuera a penetrarlo.

-¡Qué piernas!-. Murmura un chico en la oscuridad.

Me molestó.

Una voz, que parecía ser la voz del mismo Dios dice: -¡Fuera la camisa!-.

Y el cabrón, se arranca la camisa tomando los bordes, dejando ver el pecho más velludo que jamás había visto en la vida. Resaltando unos erectos pezones que hacen su intento de sobresalir entre el vello sudado, al igual que las sonrojadas caras del joven y de Ricky, quienes se sonríen y parece que se siguen coqueteando.

Mientras tienen muchas poses que parecen posiciones sexuales, felaciones y mucho contacto con los muslos de Ricky y el pecho del joven, la canción continua y termino de ver esta desagradable escena desde un asiento solitario que encontré en la oscuridad, lejos de unos bultos que solo resplandecen en color naranja.

Casi está por terminar la canción y ahora el infiel y su amante están bailando de una forma más decente, como una especie de tango. Después de varias vueltas, Ricky queda de espaldas al escenario y dobla su cuerpo como un arco. El pelirrojo lo detiene con su mano izquierda y Ricky con su mano derecha acaricia por última vez su pecho mientras termina de cantas y con el último «jazz» que dice la canción, es con lo que termino de explotar.

Pues es esa palabra la que más sobresale, pero se debe a la forma en la que lo dijo este patán. Suena como si tuviera un orgasmo. Estos han sido los cinco minutos más largos y tortuosos de mi vida.

Escuchó que Ricky está agitado, como la última vez que hicimos el amor. Luce igual de radiante y sudado. Aunque ahora ese sexy jadeo y su sonrisa no lo he ocasionado yo. Se endereza y abraza al chico completamente.

Me levanto impulsivamente de mi asiento. Pero, se apaga la luz y volvemos a la oscuridad total. Hay un breve momento de sonido hasta que regresa el ruido con un solo aplauso y un grito de una voz de hombre muy afeminada.

-¡Ella!-, seguido de su grito de ovación. Lo que le indica a todo el mundo que debe comenzar aplaudir. Junto con su escándalo se encienden las luces y veo todo con mucha claridad.

Ricky estaba parado solo en el escenario y después salieron los bailarines que aún estaban muy agitados.

-Estuviste excelente ¡ten nene!-, dijo el joven pelirrojo no llevaba camisa quien le llevaba una especie de pañuelo rojo y se lo da a Ricky. Él llevaba uno igual con el cual iba limpiando su sudor.

-¿»Nene»?-, esa es nuestra palabra ¿por qué le dice así a ese idiota? -, pensé con molestia.

-Bravo-, dijo la voz que había solicitado la desnudez de mi rival-. Con razón era necesario tener a «un montón de chicos» en el show. Da unas palmadas con sarcasmo y todos corren a las bambalinas. El pelirrojo toma a Ricky y se lo lleva cargando mientras ambos ríen.

-Ya se acostó con todos. Es súper puta-, escuché un murmullo de unas chicas que estaban sentadas en la fila de adelante de mí.

Mi respiración se agitó, siento como mi nariz se ensancha, mis puños se cierran, siento como mis uñas se encajan con mis palmas sudadas, tengo el puño listo para darle en la cara a ese cabrón.

-Te dije que les iba a encantar- dijo la voz del pelirrojo.

-Les encantamos-, dijo Ricky.

-¡Los micrófonos!-. Indicó el hombre.

-Sorry-, dijo Ricky y con eso todo el mundo comenzó a reírse.

Las carcajadas se escuchaban y se podían oír incluso afuera del teatro. ¡TODOS SE BURLABAN DE MI!. Todos los presentes sabían que estaba saliendo con un cualquiera. Y se burlaban de su conducta. De como provoca al ejército de idiotas.

-Chicas, les toca- indicó el hombre con un chasquido de dedos.

Las arpías salieron corriendo y saludaron a Ricky de forma dulce (para cubrir su hipocresía), mientras bajaba por las escaleras del escenario. Se despide de todos con un ademán y sin ningún gramo de vergüenza se acercaba a mi.

-¡Hola, bombón! ¿Te gustó el espectáculo?- intentó besarme y le puse la mejilla.
-Mmh- dije cortante
-Te escucho molesto ¿Todo bien? – dijo sin pena.

Resoplo, parezco un toro bravo. Camino sin importarme de regreso a la salida y Ricky corre detrás de mí cargando su maleta.

Logra alcanzarme en el pasillo oscuro. Creo que aún no entiende que estoy enojado. Me abraza por la espalda y se ríe coqueto y lo aparto de mí.
-Déjame- le digo tajante.
-Ya, no seas payaso ¿Que pasa, nene? Dime – expresó angustia.
-Me puedes explicar todo eso que pasó- reclamé.
-¿La presentación? Nene, estábamos actuando. Soy Velma Kelly. Relájate. Nene, mira… Dijo sin pena y tomó mis manos.

Me solté de su tacto.
-¿Y cómo está eso de que ya te acostaste con todos?-le reproché -¿Tienes una orgía con todos tus bailarines y el cabeza de cerillo ese?.
-¿Qué?-se sorprendió -A ver… Marco, vamos a fuera y te explico.-De nuevo me tomó el brazo y reaccioné con rabia, apartándolo de golpe.
Lo tomo del cuello y lo aprieto con fuerza. Relegándolo contra la pared, empieza a hablar, pero, no se logra entender lo que dice, pues rápidamente empieza a jadear. Escucho sonidos raros. La respiración se le va, el rostro de ese canalla está rojo, y justo cuando intenta darme una patada, lo golpeo con fuerza en el estómago, lo que hace que se golpée contra un extintor de incendios que estaba en la pared

Ricky cayó como un bulto, el sonido del impacto fue como cuando cae una bolsa.

Entre mis jadeos de molestia que se volvieron en jadeos de preocupación, escucho un sonido, que viene de la mochila del inconsciente joven, reviso en la bolsa y es el celular de Ricky. Suena con más intensidad cada tres segundos. La voz del móvil está diciendo: Llamada de Jerome.

Me veo obligado a colgar para poder cargar al inconsciente y provocativo joven que estaba disfrutando de bailar al son del jazz

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