Al hablar de narrativa gay mexicana, Luis Zapata puede ser uno de los primeros autores -sino es que el primero- que se nos vengan a la mente; ya que si bien antes de que se publicara El vampiro de la colonia Roma ya habían salido otras novelas que también estaban protagonizadas por homosexuales, esta -por sus muy particulares características- se convirtió de inmediato no solamente en un referente de la narrativa gay sino, en general, de la literatura mexicana; y hasta el dìa de hoy sigue siendo leída, estudiada y comentada… y a continuación te platico de qué trata si es que todavía no la conoces.
Básicamente, Adonis García, el protagonista, le narra gran parte de su vida a un escritor con la intención de que este cuente su historia, relatándole -en primera persona- sus aventuras en el mundo de la prostitución masculina en la ciudad de México. Se trata, por tanto, de una falsa biografía -la cual engancha por estar contada a través de un tono de cercanía propio de la primera vez- con el añadido de que se simula que el protagonista grabó sus peripecias en siete cintas -entiéndase, cientas de grabación de audio de antaño- las cuales han sido transcritas tal cual por el supuesto escritor (motivo por el cual hay ausencia de signos de puntuación y tenemos, en su lugar, espacios en blanco que simulan las pausas que Adonis va haciendo durante su monólogo; además de varias reiteraciones de palabras y/o frases justo como nos sucede al hablar coloquialmente; y digresiones entre un tema y otro).
Como curiosidad, en vez de capítulos, la obra queda dividida en las siete cintas que grabó Adonis y cada una de estas inicia con una frase de una obra clásica de picaresca; lo cual no es ninguna casualidad ya que en sí misma la novela funciona como una reinterpretación del género ya que, al igual que los pícaros que aquí son citados, Adonis García va contando sus ascensos en lo social junto con sus respectivas caídas (cambios de fortuna), así como sus esfuerzos -fallidos- por alejarse de los vicios que, en este caso, son el alcohol, las drogas y el talonear (como él nombre al hecho de prostituirse).
¿Qué nos aporta El vampiro de la Colonia Roma de Luis Zapata?
Como puntos positivos, la novela es una rica fuente para acercarnos un poco a cómo era la vida urbana de aquel entonces -aquí en México- para el homoseuxal promedio (tanto las cosas buenas como las malas como, por ejemplo, los estereotipos respecto a las enfermedades de transmisión sexual, la presión social o la discriminación que había). Por otra parte, la lectura es una amena y tiene momentos realmente divertidos, así que se puede leer -y entender- sin problemas pese a que han pasado muchos años desde que vio la luz por primera vez (1979).
Finalmente, si bien es cierto que al día de hoy El vampiro de la colonia Roma sigue siendo una obra conocida, considero que su lectura no debería limitarse a gente de la comunidad LGBT+… y, en tu caso, si ya la has leído ¿qué te pareció?, o ¿te gustaría leerla?.
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