Dándole seguimiento a la anterior reseña, hoy te platicaremos acerca de la segunda parte (y cierre) de la exitosa bilogía lésbica Una isla para dos, de la escritora alemana Ruth Gogoll. Tras las buenas ventas obtenidas por Una isla para dos (2007), donde conocimos los tórridos encuentros entre Andy, una joven de 20 años, y Danielle, una mujer madura, justo un año después la autora publicó su secuela: El contrato.
Básicamente, mientras que en el primer libro disfrutamos del viaje por el mar Egeo de las protagonistas y vimos cómo Danielle, a pesar de tener una buena posición económica y aparentar estabilidad, rechazaba las muestras de amor y constantemente le ponía altos al afecto de Andy; aquí, en esta segunda parte, nos enteraremos de lo que esconde Danielle y las razones por las cuales teme tanto ser amada.
En sí, la historia inicia tiempo después de que terminó el primer libro y seguimos teniendo a Andy como narradora. Gracias a ella, sabemos que Danielle y ella continúan frecuentándose (aunque todavía no se consideran una pareja como tal) y hasta su mamá ya la conoce (algo que, por cierto, la dejó perturbada debido a la diferencia de edad entre su hija y la novia).
Todo parece ir viento en popa, e incluso organizan una escapada a EEUU para esquiar pero justo después de aquel viaje Danielle le pide a Andy que firme un contrato: si es que desea seguir con ella tiene que aceptar ser su heredera. ¿Por qué Danielle no puede ver que Andy no está interesada en su dinero y que su afecto es sincero? ¿Danielle será capaz de rechazar a Andy si esta no firma? ¿Podrán vivir las dos separadas? Estas y otras preguntas más se van abordando a lo largo de la trama.
Entre las cosas positivas que le vi a esta secuela están, por supuesto, algunos giros inesperados y cómo la autora muestra personajes complejos: ambas mujeres tienen múltiples aristas, defectos, etc. Por otro lado, aquí entran en escena otras mujeres, digamos, a influir un poco en la relación (como la ex de Danielle), por lo que hay más obstáculos en la relación que en la primera parte. De igual manera, seguirán habiendo varios encuentros sexuales con contenido explícito aunque la historia va más allá de lo que sucede en la cama.
En contraparte, como puntos negativos creo que la historia es en algunos momentos algo arquetípica y hasta predecible; pero bueno, si quieres conocer una historia lésbica erótica y rosa (cursi, vaya) esta es una muy buena opción. ¿Ya conocías a la autora o habías leído algo de ella? Si es así, déjanos tu comentario y o bien alguna recomendación literaria para que hablemos sobre ella en un próximo artículo.