Jesús Ociel Baena, es le primer magistrade en México o mejor dicho la primera persona no binaria en ser reconocida y trabajar como magistrade en nuestro país y !la que-so porteee! Ayer al enterarme de tu muerte, pensé primero en lo peligroso que sigue siendo en México ponerse tacones, falda, usar maquillaje, básicamente salir de la heteronorma impuesta de “como debe ser una persona de sexo masculino”, esa expresión que incomoda, cuestiona normas no escritas con un solo objetivo; visibilizar una comunidad históricamente reprimida, señalada y tristemente asesinada por ser quienes son: Les no binaries. Reflexione un sin fin de cosas, entre ellas la violencia y burlas que pasaste todo los días a través de muchos comentarios de odio en redes sociales, burlas por tu identidad y expresión de género, que son los mismos que casi toda persona del colectivo LGBTQ+ ha pasado al menos una vez en su vida. Pero una cosa tenía clara yo necesitaba llegar a tu velada para honrar tú vida, tú lucha, tú valentía.
En el camino trataba de reflexionar acerca del ¿POR QUE? ¿Por qué alguien querría asesinar a otra persona solo por SER quién es y mostrarse al mundo tal cual?, ¿Por qué incomodaba tanto tu existencia a alguien más, que borrarla fue la única opción? ¿Porque la comunidad LGBTQ+ seguimos en 2023 siendo objetivos de la enfermedad mental de la sociedad? ¿Por qué hoy tenemos que salir por tu muerte? y no a celebrar que eres la primera persona no binaria en asumir un cargo en una judicatura en México y Latinoamérica, la primera persona en recibir una credencial electoral de género no binario, una de las primeras personas en tener un pasaporte de género no binario, por supuesto que mientras me lo preguntaba crecía en mí el enojo y la confusión al no tener respuesta.
Cuando llegue voy a confesar que por primera vez entendí la palabra Comunidad, tomo un sentido de pertenencia en mí, el verbo hacer comunidad. Encontré a personas cuyas emociones se desbordaban en gritos de ¡justicia, justicia! o de ¡crimen pasional mentira nacional! me encontré a personas genuinamente enojadas (no es para menos), conmocionadas con la noticia, movidas por el odio que aún persiste para con nuestra comunidad, los sentimientos eran muchos, y se leían en pancartas como: «NO nos van a borrar» o «El lenguaje inclusivo no Mata, el Odio SI», pero unidos con un solo objetivo: alzar la voz y visibilizar lo que no se ha querido ver y por ende se ha marginado, Todes ahí lo tenían claro no parar de gritar, lo digo de forma figurada y literal, tu nombre y tu lucha para incomodar a aquellos que en tu muerte siguen sin verte, sin reconocerte.
No mentiré mi emoción sigue desbordante con lágrimas en los ojos de aquellas que no se derraman pero están ahí como prueba de humanidad pero también de enojo, descontento, de felicidad incluso al vernos marchando al vernos unides, al sentirnos juntes por ti magistrade, es difícil terminar estas líneas sin sentir que las palabras no bastan para expresar lo acontecido, porque sin duda ayer fue un día muy triste para todo México porque deja en evidencia que la sociedad sigue siendo poco incluyente, si la evaluamos en la manera como trata a sus minorías, en cómo ve a aquellos que nunca habían sido vistos antes, hoy te fallo y te fallamos. Solo quedará seguir juntes vigilantes en la exigencia de justicia, por ti y por todes les que ya no están.
Descansa en poder magistrade porque siempre serás le primere y nimoderrimooooooo